Ver para aprender: un recurso de Google potencia tus clases
Mi Aula. Novedosa videoteca enfocada en la currícula nacional.
La escena dura menos de veinte segundos. Un joven disfrutando del paseo y justo detrás, dos elefantes comiendo heno. Fue publicada en Abril del 2005 en San Diego, California. Hasta la fecha, ha sido vista 285 millones de veces. Con apenas 25 años, el cofundador de YouTube daba un paso bisagra. «Yo en el zoológico» constituye el primer video subido a la plataforma.
Hoy, el universo audiovisual continúa sumando seguidores al tiempo que añade diversidad. Nuestros gustos e inclinaciones alimentan algoritmos cada vez más sofisticados. Podemos aprender croché, practicar yoga e incluso recordar al inolvidable Elvis. En efecto, la red social que relaja y entretiene es la misma que abre valiosos senderos didácticos. Como herramienta docente, su evolución nunca se detuvo. El proceso impulsa una decisión estratégica, un paradigma que va más allá de las oportunidades que ofrece el negocio. Porque el propósito de educar representa, sin duda alguna, una inversión en sí misma.
Junto a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), el equipo de Youtube emprende la noble tarea de adaptar contenidos. Esta vez ha colocado el foco en Latinoamérica. Los esfuerzos rinden sus frutos en Mi Aula, una propuesta educativa que alcanza a México, Colombia y Argentina.
El material -orientado hacia niveles secundario y medio- ha sido seleccionado teniendo en cuenta los planes de estudio vigentes. En este sentido, el mapa curricular nos brinda un detalle exhaustivo de los campos temáticos y en particular, de los núcleos de aprendizaje prioritario (NAP). Asimismo, las listas de reproducción facilitan una exploración escalonada. Bajo esta idea, la búsqueda sigue un criterio descendiente, agrupando por niveles y luego, por materias. Las áreas abordadas cubren Ciencias Naturales, Matemáticas, Lengua, Formación Ética, Humanidades, Ciencias Sociales e Inglés.
Aquel sueño había comenzado en el segundo piso de una pizzería… El proyecto que asomaba como una página de citas en línea, nunca prosperó. Sin embargo sus creadores insistieron. El código subyacente disponía de mecanismos muy eficientes. De hecho podía gestionar y transmitir video en tiempo real. Los desarrollos subsiguientes dan cuenta de una historia exitosa. Ciertamente, el tesón inagotable de tres muchachos emprendedores anuncia un secreto a voces: querer es poder.