Aprendizaje creativo: un graficador diferente
Juguete de la infancia
Sobre mi retina, las formas se suceden una tras otra. Piedritas de colores, otrora elegantes botellas de vino espumante, ensayan coreografías atemporales. La danza no hace más que anticipar un inminente estallido de color.
Orquídeas, diamantes o arañitas, las siluetas van asumiendo múltiples interpretaciones. Justo allí, donde la imaginación dice “presente”, la confusión de lo subjetivo adquiere contornos palpables, perfectamente definidos.
Atónito, continúo girando el caleidoscopio. Y no puedo dejar de hacerlo. El espectáculo sin final me resulta una experiencia atrapante.
Dibujando lo imposible
Años atrás, nunca hubiese imaginado que una aplicación me permitiría trazar simetrías tan complejas.
Algunos las denoniman “mandalas ”…
Seguir leyendo