Organizando nuestra oficina, aprendemos a pensar como programadores

HRM. Automatizando las tareas de los empleados, aprenderemos a crear algoritmos. Una aventura interactiva.


Las grandes ciudades, sus rascacielos y una gran nube de smog rodeándolo todo. Tan densa es la polución, que la luz solar constituye apenas un vestigio de épocas más felices.

La visión futurista de un mundo sombrío, en donde las personas viven subordinadas a labores rutinarias, ha sido un eje central en decenas de libros y películas. Más de un cinéfilo recordará a “Tiempos Modernos” y a un simpático Chaplin, atascado en los engranajes de tremenda maquinaria. Sobre esa línea de cine distópico, le siguieron “Brazil” y la ya legendaria “1984”.

De hecho, este enfoque apocalíptico permanece vigente. Pero esta vez, ha decidido trasladar su estética sepia hacia el software didáctico.

La “Máquina de los Recursos Humanos” nos invita a trabajar en su imponente casa matriz.

La propuesta es aprender a pensar como programadores. ¿Cómo? Utilizando algortimos para automatizar las tareas de los empleados.

El correo irá llegando a la cinta transportadora y deberemos clasificarlo en el orden solicitado. La filosofía de la “Máquina de los Recursos Humanos” se parece mucho al modo en que funciona una computadora real.

Así, nuestra oficina se ha transformado en un C.P.U. Contamos con una entrada, una salida, una memoria intermedia, un procesador y un total de once comandos (ver Arquitectura de Harvard). Siempre estaremos bajo la mirada atenta de nuestro jefe. Desde su escritorio, él nos brindará toda la informacion que necesitemos. Si somos empleados responsables y eficientes, ganaremos un ascenso.

La versión educativa está en castellano; el instalador es gratuito y se descarga en apenas 66 Mb. También tendremos la opción para desbloquear todos los niveles, ingresando la secuencia “u u u a b x y u u u “.

Gentileza de Tomorrow Corporation, la aplicación no requiere de hardware potente. Pese a ello, su interface gráfica logra abundar en detalles conceptuales, completando el conjunto con una banda de sonido verdaderamente maravillosa. El objetivo final del juego es evitar que la premisa inicial se convierta en una realidad: Las máquinas vienen por tu trabajo”. Ciertamente, esta hipótesis intenta abrir un conocido debate. ¿Ustedes qué opinan? ¿Acaso será así?

 

 

Carlos Balmaceda

Editor de contenidos | Analista de Sistemas (Univ. Arg. J.F.K.)

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