Las partes del todo
DPuzzle. Un recurso sencillo nos recuerda el valor de aprender jugando.
El progreso tecnológico continúa cruzando límites. Los avances en robótica e inteligencia artificial plantean realidades mixtas, universos que insisten en alterar nuestra percepción del entorno.
Bajo este escenario, el paradigma educativo transita cambios vertiginosos. Y aunque la idea de concebir un mundo virtual resulta atractiva, no alcanza a velar una foto evidente. Antes, la brecha era digital. Ahora, es cultural. En este sentido la escuela brinda un marco de referencia, un andamiaje sobre el cual afianzar saberes.
Resolver crucigramas, armar rompecabezas o incluso unir los puntos de un dibujo parecen actividades anacrónicas. Sin embargo constituyen metodologías que abrazan fuertes lazos didácticos. Lejos del bullicio del metaverso, un portal resiste y decide volver a las fuentes.
Agrupadas en categorías temáticas, sus propuestas abordan -entre otras- geografía, matemática, lengua, ciencias naturales e inglés. La herramienta contiene anuncios, aunque desde ya, no resultan invasivos. Si utilizan un bloqueador de ventanas emergentes, la espera de carga se limitará a tan sólo treinta segundos. ¿Están preparados? La diversión comienza aquí.