Codificación unplugged: mapas, tesoros y rayuelas
UnpCoding. Reinventando los juegos de nuestra infancia, aprendemos a programar.
La didáctica del pensamiento computacional supone un concepto que trasciende los límites de la pantalla. De hecho, implica volver a las fuentes, dejando a un lado las notebooks, los celulares y las tablets. Bajo este enfoque liberador, la metodología “unplugged ” decide prescindir expresamente de la tecnología.
Esta vez la propuesta se traslada hacia el patio, la plaza y el parque. Justo allí, donde los juegos de la infancia cobran protagonismo, aprenderemos a construir algoritmos.
Las actividades al aire libre constituyen la excusa perfecta para adquirir destrezas en el arte de la codificación. Este artículo -originalmente redactado en inglés- sugiere una variedad de alternativas.
Disfrutamos de un día de sol mientras jugamos a la rayuela. Harán falta dos participantes y un pedacito de tiza. El resto es pura intuición.
La “computadora” tendrá que prestar atención sin perder el equilibrio. El “codificador” lo irá guiando mientras representa gráficamente cada movimiento. Saltito a saltito y con apenas tres comandos, aprender este “lenguaje” les resultará muy fácil. Una flecha hacia adelante, otra en diagonal y la tercera apuntando a la derecha. La iteración secuencial de la tríada nos permitirá recorrer desde la Tierra hasta el Cielo.
Otra de las ideas nos sitúa en una apasionante búsqueda del tesoro. Nuestra misión consistirá en guiar al autómata rumbo al enigmático premio.
Valiéndonos de instrucciones sencillas, diseñamos una suerte de “mapa cinético”: dar seis pasos hacia adelante, girar media vuelta hacia la izquierda y por último, continuar gateando hasta la escalera del tobogán. Lógicamente, si aplicamos un poco de ingenio haremos el juego más divertido. Podremos incluir una variedad de movimientos y puntos de referencia.
Así, el recurso continúa reinventando actividades lúdicas, recordando los pasatiempos de ayer, de hoy y de siempre. ¡Los invitamos a descubrirlos!